Todos sabemos que las cosas que cuestan son las que valen la pena. Y eso significa que va a ser incómodo, que vamos a tener que salir de la zona de confort, que vamos a tener que sacrificar una u otra cosa en función de lograr un cambio o una meta.
Pero si algo es cierto es que MUCHO de algo, por más “bueno” o inofensivo que sea, puede traer problemas. Y esto pasa en todas las áreas de la vida, sin embargo voy a hablar de cuando uno tiene una meta tipo perder grasa o aumentar músculo.
Si hacemos un gráfico que muestre la relación entre el esfuerzo y sacrificio, lo que obtenemos de ello y la calidad de vida que genera, se vería algo así:
Esto quiere decir que entre mayor sea el esfuerzo, mayor el resultado y la calidad de vida mejora.
Tal vez esto se ve como cuando uno decide dejar de comer burritos con birra todos los días, cambiarlo por ensalada 4 veces por semana y salir a trotar 3 veces por semana. Todos estos cambios hacen que durmamos mejor, nos veamos “menos peor” y tengamos más energía.
PEEERO, (sí, siempre hay un pero)
Existe un punto en donde simplemente POR MÁS SACRIFICIO QUE HAGAMOS NO TENGAMOS MAYORES RESULTADOS… y si seguimos todavía más allá: que la calidad de vida EMPEORE.
Esto es cuando ya no salimos para “no pecar”, donde no nos podemos comer la pasta que hizo la pareja, que no podamos comernos un postre en paz… Y por más ejercicio que estemos haciendo o “solo lechuga” que estemos comiendo, no podamos bajar esos 2kg majaderos.
Aquí es cuando nos quedamos sin el santo ni la limosna. Es decir NO TENEMOS VIDA NI TAMPOCO “RESULTADOS” (eso que tenemos en nuestra cabeza que debería suceder) Y CON LA PEOR CALIDAD DE VIDA.
¿Es así una manera saludable o plena de vivir? No sé uds, pero me parece que no vale la pena ni es buen negocio. Especialmente cuando solo vivimos una vez jejeje
¿Hasta dónde entonces? Bueno se trata de hacer algo que a muchos nos cuesta y nadie nos enseña: PONER LÍMITES. (este es harina de otro costal pero si es algo que se puede trabajar en terapia)
Y aquí la tarea:
Revisemos qué tanto nos estamos sacrificando, qué tanto estamos “ganando” y qué tanto esta mejorando nuestra calidad de vida.
¿Realmente está valiendo la pena todo ese sacrificio? ¿Se me está pasando la mano solo por unos pinches 2kg?
(de peso perdido, de músculo ganando, de peso levantado… uds entienden)
Porque recordemos que el objetivo de “sacrificar” algo es una inversión para MEJORAR no para EMPEORAR lo que somos o cómo vivimos. Está en nosotros mismos que cada acción que hagamos se convierta en algo positivo y en nosotros está la capacidad de EVITAR que nos haga daño.
Un fuerte abrazo,
The Pancake Chick®
P.S: si te gustó podés compartir!
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