Tips para manejar el hambre/ ansiedad durante un periodo de pérdida de grasa

Para nadie es un secreto que cuando se está en etapa de pérdida de grasa, se sufre de ansiedad, antojos, chichas y mal humor (de ahí el dicho: “comete un snickers” jejej), y hasta se  ve a la mamá con cara de muslito de pollo… todo esto es completamente normal y esperable, cosa que hace muy difícil mantener el déficit calórico.

Aquí les paso unos consejillos para jugársela como todo un pirata:

 

  • Tome café: la cafeína actúa como un supresor del apetito, por lo que se puede controlar un poquito esa sensación de ganas de comer todo el día, y si toma su cafecito negro y sin azúcar “duerme” las papilas gustativas para que no ante antojándose de cuanta cosa se le ponga en frente. Además, al ser un estimulante, lo mantiene a uno “espabilao” durante el día. Recuerde que la falta de calorías hace que uno tenga menos energía y se mueva menos (adaptaciones normales para “preservar energía”), entonces aquí la cosa es tomando yodito como si no hubiera un mañana.

 

  • Evite sabores dulces en las comidas que tenga más hambre: hay momentos que va a sentir HAMBRE y otros solo GANAS DE COMER. Las comidas con sabores ácidos/ neutros pueden desencadenar sensación de saciedad, mientras que si le mete sabores dulces activan receptores de placer lo que automáticamente va a querer comer más. Entonces como ejemplo, si le gusta comer avena con prote y canela en la mañana, cuando esté en etapa de corte, cámbielo por claras de huevo, espinaca, tortilla y mostaza.
  • Coma sin sal: la única razón es que la combinación carbos, grasa y sal es ABSOLUTAMENTE DELICIOSO, y pues le va a costar mucho dejar de comer (de hecho hay evidencia científica que lo demuestra). No es lo mismo comerse una papa hervida sin sal, que unas papas fritas…. ¿cierto? No por nada el dicho: “parece comida de hospital” (refiriéndose a algo “insípido”)

 

  • Enchílese la madre: sabores fuertes como la pimienta, mostaza y chile suprimen las señales de apetito y por tanto pueden evitar que se coma todo el supermercado en una sentada. Así que si tiene hambre, ¡coma chile hasta que le saque los mocos!

 

  • Métale gas: agua carbonatada con o sin sabor. Aquí la cosa es llenar la panza de gas para que no le quepa nada más. ¿Fácil, no?

 

  • Masque chicle de menta: en momentos de ansiedad, el estar masticando algo ayuda a “matar el rato”, y la idea de que sea de menta es porque si por alguna razón va a caer en tentación, la comida le sepa bien feo.

 

  • Coma prote: está más que demostrado que da saciedad, preserva masa muscular, ayuda a recuperarse del entreno y si se pasa de la cantidad, es más difícil que se almacene como grasa (a quien no le pasado que mete las patas cuando está a dieta)…así que no importa cuánto peso o grasa quiera bajar, jamás deje de comer animalito en cada tiempo de comida (¡amigos veganos no se me ofendan por favor!)

 

  • Y si el hambre saca lo peor de usted: cosas con muy pocas calorías como gelatina sin azúcar, pepinillos, pepino, té, chile dulce, zuccini y coliflor son cosas que puede tener a mano para las “etapas de crisis”.

 

Ahora, sepa que estar en déficit va en contra de la supervivencia, por lo que su cuerpo va a luchar con alma, vida y corazón por mantener esos kilillos que usted le quiere quitar, por lo que estar a dieta no necesariamente es algo placentero. El detalle es armarse de disciplina, amarrarse los pantalones y decir: “¡Aquí mando yo!”. Eso sí, GUIDADO POR UN PROFESIONAL, no vaya a ser que se termine jalando una torta.

 

 

 

REFERENCIAS:

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